Terapia psicológica y psicólogos para jóvenes en Valencia

La etapa de la adolescencia es fundamental para el desarrollo de nuestro yo adulto. Es una etapa marcada por cambios que se dan a nivel psicológico, social y biológico, todo ello acompañado de cambios externos que nos afecta a la construcción y consolidación de nuestra identidad.

Es inevitable que puedan ocurrir acontecimientos que hagan esta etapa más complicada, que durante estos periodos los individuos se enfrenten a dificultades que afecten a su salud emocional y mental. En los últimos años, han aumentado los problemas de salud mental en las personas jóvenes, incluso en niños.

El verano junta muchos factores que aumentan la presión en sus vidas. El tiempo libre, la gestión de las amistades, los primeros amores o los amores de verano y la autoestima pueden afectar directamente a la calidad de la gestión emocional de nuestros hijos e hijas.

Ir a terapia no es solo un recurso que debemos utilizar cuando tengamos un problema de salud mental diagnosticado, puede ser un apoyo para desarrollar estrategias que impidan que lleguemos a este momento o nos ayuden en situaciones difíciles. La prevención en salud mental en estas etapas vitales es esencial para un buen desarrollo.

Autoestima y adolescencia

Como ya comentamos en uno de nuestros artículos anteriores, en verano la calidad de nuestra autoestima puede verse muy influenciada por los estereotipos de belleza, las redes sociales, los planes que realizamos y que por las condiciones meteorológicas se muestran más los cuerpos. Aunque cada vez se normalizan la diversidad de cuerpos y se intenta alejar el concepto de belleza como algo puramente establecido en un único modelo, es imposible no vernos influenciados por ellos. Esto pasa todavía más a las personas jóvenes que están constantemente conectadas.

La autoestima de los jóvenes puede ser especialmente vulnerable a una variedad de factores que le afectan. El propio desarrollo corporal, los cambios y las herramientas que todavía no han desarrollado son claves para entender por qué son más vulnerables. Entender estos factores es crucial para apoyar el bienestar emocional y psicológico de los adolescentes.

Imagen corporal

Independientemente del aspecto de nuestro cuerpo, que puede encajar más o menos en los estándares que marca la sociedad, la percepción que tenemos de él juega un papel central en la autoestima de los adolescentes. Durante la pubertad y adolescencia, los cambios físicos pueden generar inseguridades, ya que nuestra apariencia cambia y no solo tenemos que acostumbrarnos a esos cambios, pueden no gustarnos, no ser lo que esperábamos. La exposición a ideales de belleza poco realistas, en las redes sociales, son constantes, ya incluso existen cuentas creadas por IA con cuerpos que ni siquiera son reales.

El contexto familiar

La autoestima no es solo la forma en la que valoramos nuestro cuerpo o lo relacionado con el aspecto físico. Hablamos de una valoración que hacemos de nosotros y nosotras mismas en general, en todos los aspectos y que influye, por supuesto, la percepción que creemos que los demás tienen sobre nosotros.

La familia tiene un impacto significativo en la autoestima de los adolescentes. El apoyo, la comprensión, aceptación, la ayuda que se recibe es esencial. La manera en la que se producen las críticas y los consejos son esenciales para tener la sensación de apoyo emocional, pese a la distancia que suele producirse entre los adolescentes y las personas adultas.

Relaciones con pares

Al igual que la familia, el grupo de amigos/as y las otras relaciones sociales del entorno de la persona joven son clave en el desarrollo de su autoestima. Sentirse aceptado y valorado puede marcar la diferencia en muchísimos de los problemas que sufren las personas jóvenes en temas de salud mental. La sensación de soledad y rechazo no solo afecta a la autoestima, está directamente relacionado con conductas autolíticas y pensamientos negativos y recurrentes. Las amistades cercanas y de apoyo son especialmente importantes para el desarrollo de una buena salud mental.

Rendimiento académico

El desempeño en la escuela es otro factor relevante. Saber ubicar los fracasos, los éxitos y la presión en toma de decisiones afecta a la estabilidad emocional.

Cómo puede ayudar la terapia y los psicólogos a las personas jóvenes

El acceso a apoyo psicológico y emocional puede ayudar a los adolescentes a manejar sus emociones y mantener relaciones saludables con ellos mismos y con los demás.

Trabajar las emociones y los pensamientos

Es necesario crear un espacio seguro donde se pueda trabajar con las personas jóvenes, sus pensamientos, sin sentirse juzgados. En medio de todos los cambios que se producen en esta etapa, muchas emociones se culpabilizan. Es fundamental que aprendan a gestionar estos pensamientos, tantos los que pueden ser intrusivos como los que implican su propia valoración personal y de lo que están viviendo.

La adolescencia es un periodo en el que se consolidan muchas de estas habilidades relacionadas con reconocer los pensamientos intrusivos y saber sobrellevarlos. La terapia puede facilitar este desarrollo, contribuyendo a la formación de una identidad saludable.

Prevención y tratamiento de trastornos mentales

Los jóvenes son vulnerables a una variedad de trastornos mentales, incluyendo la depresión, la ansiedad, los trastornos de la conducta alimentaria, los problemas de conducta y dificultades en su concentración. La terapia psicológica no solo es efectiva en el tratamiento de estos trastornos, juega un papel crucial en la prevención de los mismos, en ese trabajo previo de pequeñas dificultades antes de que se conviertan en problemas.

Mejora del rendimiento académico y social

Como hemos comentado antes, si no hay una buena salud mental es lógico que pueda afectar a nuestro rendimiento, ya sea académico en el caso de las personas más jóvenes, como laboral en las personas adultas. La terapia psicológica puede ayudar a mejorar nuestro rendimiento académico si desarrollamos estrategias que mejoren nuestra gestión del estrés, la ansiedad, expectativas y tolerancia a la frustración y el fracaso.

Apoyo durante transiciones críticas

Obviamente, si estamos pasando por una circunstancia personal complicada, ya sea en la adolescencia o en cualquier etapa vital, vamos a tener dificultades que afectan a todas las áreas de nuestra vida. Para las personas jóvenes, asumir esos cambios puede resultar mucho más complicado y enfrentarse a desafíos sin estas herramientas desarrolladas es muy complejo. Aunque una mala situación nunca es agradable, ni para un adulto, la propia experiencia de la vida te va dando herramientas. Las personas jóvenes se ven sumergidas en determinadas situaciones de manera temprana sin haber podido desarrollar ninguna estrategia para ellas.

Fomento de la resiliencia

Recuperarse y adaptarse ante la adversidad es una de las grandes estrategias que se trabaja en la terapia psicológica. Pueden aprender a identificar y utilizar sus fortalezas, a establecer metas realistas y a desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas. Esto favorece el autoconocimiento y ser más consciente de esta identidad que se está construyendo y que debe de basarse en unos pilares y pensamientos que están en desarrollo.

Conclusión

La terapia psicológica desempeña un papel fundamental en el bienestar de todas las personas y de las personas jóvenes puede ser crucial para su etapa vital. Dada su importancia, es esencial que los servicios de salud mental sean accesibles, que busquemos profesionales formados y que tengan un enfoque especializado en los cambios que ocurren en la pubertad.

En nuestra clínica contamos con profesionales expertas en el trabajo con personas jóvenes para desarrollar todas estas estrategias y herramientas para prevenir e intervenir en las dificultades que se producen en esta etapa.