Los problemas sexuales pueden aparecer en cualquier momento y san más comunes de lo que nos imaginamos. Aparecen sin motivo aparente y pueden dificultar cualquier relación de pareja. Son muchos los casos de este tipo que gestionamos desde la consulta así que queremos hablaros de los más comunes. Las personas que vienen a contar que experimentas un descenso del apetito sexual o que ya no están satisfechos con sus relaciones sexuales. Estos problemas, a la larga, se convierten en un problema de relación de pareja. Los problemas sexuales son la fuente de diversos malestares, los más comunes son: la falta de educación sexual, creencias, prejuicios, inseguridad, conductas inadecuadas, falta de autoestima, problemas de salud, un estilo de vida cargado de responsabilidades o, los ya nombrados problemas de pareja. La sexualidad de cada persona es vivida de forma distinta y los problemas que se deriven también se pueden manifestar de un modo u otro. Estos son los casos de tratamiento más comunes relacionados con los problemas sexuales:
La sexualidad es la forma de vivir y expresar el sexo. Algunas personas la viven como su fuera un proceso de enriquecimiento individual y de pareja o cómo algo negativo. Para afrontar la parte negativa de la sexualidad se recomienda llevar a cabo una terapia sexual. La terapia sexual es una de las terapias más demandadas en el sector psicológico. Cuando una pareja debe afrontar el hecho de la falta de apetito sexual, en la mayoría de los casos, necesita ayuda externa para encontrar el problema. Usamos un modelo de trabajo que pretende evaluar el origen de los problemas sexuales y si estos tienen algún otro problema asociado. Mediante este análisis, se podrá conocer el motivo de la aparición de los problemas sexuales. Y, una vez se conozcan, se podrá aportar una solución o tratamiento. La sexualidad es una actividad que nos acompaña durante toda la vida. Nacimos con el instinto sexual por desarrollar y, a medida que crecemos, lo vamos desarrollando. Según la etapa de la vida lo percibimos de un modo u otro hasta vivirla por completo. Disfrutar del sexo sin preocuparse por la aparición de posibles problemas sexuales debería ser la práctica habitual. La calidad de las relaciones sexuales de cada uno depende del estado mental en el que se tenga y si ha existido algún trauma en el pasado. Mediante la terapia sexual somos capaces de ofrecer una visión más amplia de la palabra sexualidad, señalar las problemáticas y aprender a conducirlas. Aprender a vivir el sexo es sinónimo de aprender a vivir la vida. Si en algún momento sientes que manifiestas alguno de los problemas comentados anteriormente, contáctanos. Mediante técnicas podrás reaprender a vivir tu vida sexual en plenitud. En Albiach Psicólogos contamos con un equipo multidisciplinar de psicólogas especialistas en Terapia de Pareja y Sexología, que os ayudarán a superar cualquier trastorno relacionado con problemas sexuales. Podéis poneros en contacto con nosotros a través del siguiente enlace o a través del teléfono de contacto 963721985. |
Cuando las personas nos enamoramos, sentimos que nuestro amor es capaz de superarlo todo y es suficiente para que la relación funcione.
Cuando hablamos de sexualidad la mayoría de personas piensan automaticamente en sexo entendido como relaciones sexuales.
La sexualidad es muchísimo más que el coito o la penetración, aunque en esta sociedad todavía sea lo que más destaca cuando pensamos en ello.
Todas las personas tenemos sexualidad, desde que nacemos hasta que morimos. Es un constructo que va desarrollándose a lo largo del ciclo vital y que implica no solo la erótica.
Cuando llegamos a cierta edad la forma en la que nos relacionamos con nuestra pareja cambia. En la adolescencia y juventud las relaciones suelen compartir un tiempo determinado, pero es en la edad adulta donde más parejas dan el paso de irse a vivir juntas.
Es muy importante saber que a parte de una decisión importante, y que iniciamos con mucha ilusión, debemos tener en cuenta que entran en juego muchas expectativas individuales.
Convivir con la persona que queremos es más complejo de lo que solemos imaginar, no vale sólo con amar y ser amado. Para que ese vínculo no se desgaste es necesario trabajar en ese proyecto común y poner en marcha herramientas para poder llevarlo a cabo de forma conjunta.
La infertilidad puede tener muchas causas y no siempre se consigue averiguar el origen o la explicación de esta dificultad.
Verse en la tesitura de querer ser madre o padre y no poder genera un gran estrés psicológico para muchas personas, una crisis, un duelo.
Es una situación que escapa por completo al propio control, que genera mucha incertidumbre, que requiere replantearse un proyecto de vida y tomar decisiones en solitario o con la pareja, por lo que las personas suelen verse desbordadas y sin las herramientas necesarias para gestionar todas las emociones que supone pasar por esto.
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