Nuestro estado psicológico siempre se ve afectado por lo que pasa a nuestro alrededor. Cuando experimentamos un cambio radical e inesperado nuestras emociones se ven afectadas y con ellas nuestra estabilidad y bienestar psicológico se resiente. El COVID-19 ha cambiado de muchas formas nuestra realidad. Está afectando a todas las facetas de nuestra vida y con la llegada del desconfinamiento muchos de estos cambios empezarán a notarse más y seremos más consciente de la nueva realidad que ha dejado con su presencia. Nuestro comportamiento individual y colectivo se ha visto afectado directamente por todos los cambios que hemos tenido que introducir en nuestra vida y nuestras rutinas. Desde hace unos días vemos como las medidas que adoptó el gobierno están dando los frutos que se esperaban y ello nos acerca más al momento de poder retomar una nueva “vida normal”. Aunque todos nos alegremos, tengamos muchísimas ganas de poder recuperar el contacto con nuestros seres queridos, nuestro ocio y nuestro día a día, los cambios que están por venir y la adaptación que necesitamos para sobrellevarlos pueden requerir de herramientas de afrontamiento para las que no estemos preparados todavía. Al igual que mucha gente no se sentirá segura ni preparada para las medidas de alivio que comienzan este fin de semana. El miedo, la ansiedad, la incertidumbre, la sensación de extrañeza… Es posible que sigan afectando y aumenta el temor al contagio y sus consecuencias económicas, físicas y emocionales. ¿Qué nos está pasando?Lo primero es conocer qué emociones y sentimientos pueden abordarnos en estos días de nueva adaptacion. Hemos tenido que cambiar nuestras rutinas de manera drástica e inmediata y aprender a convivir con toda esta nueva realidad en un periodo de corto muy tiempo. Ahora debemos volver a adaptarnos a una nueva realidad, que se parece en algunas cosas y nos acerca a lo de siempre, pero somos conscientes de que el riesgo y las diferencias sociales a las que tendremos que enfrentarnos pueden ser duras a nivel emocional y psicológico. Podemos experimentar un incremento de la preocupación por el contagio, ansiedad ante la situación de incertidumbre (con todo su cuadro sintomático como temblores, pulso acelerado, sensación de falta de aire. En este artículo puedes informate con mayor detalle sobre los síntomas de la ansiedad. El miedo por nuestro bienestar y el de nuestros seres queridos nos lleva afectando desde el inicio de esta crisis. Además toda la preocupación por la situación laboral, económica y sus consecuencias sociales nos genera una incertidumbre ante una situación que es nueva para todos y que es muy difícil de gestionar y predecir. Otra de las consecuencias que podemos experimentar ante este nuevo panorama es que sintamos tristeza y nuestro estado de ánimo está bajo. Esto nos puede provocar una sensación contradictoria porque llevamos mucho tiempo deseando poder salir y recuperar la normalidad, pero ahora nos sentimos desconsolados. ¿Como podemos afrontar de forma positiva las fases de la desescalada?Como al inicio de este proceso, vamos a tener que adaptarnos a una nueva realidad cargada de muchas dudas. Adaptarse es el objetivo para poder continuar, pero no es algo que ocurra de la noche a la mañana. Debemos ser conscientes y considerados con nosotros mismos y los que nos rodean y respetar los ritmos y necesidades para conseguirlo. Establece rutinas y organiza comportamientos El miedo al contagio puede llevarnos a realizar conductas excesivas de control y a la sobrevigilancia de nuestro comportamiento generando mucha ansiedad. Si nos adelantamos a los acontecimientos y establecemos una serie de cuidados en función de a qué situaciones nos vamos a ir enfrentando, tendremos una sensación mayor de control con unas medidas que hemos tomado de forma consciente y en un momento previo de tranquilidad. Por ejemplo, igual que podemos tomar medidas que ya son rutinarias en nuestro día a día para hacer la compra pensemos qué podemos hacer para protegernos y ser responsables si salimos a pasear o hacer deporte. Déjate preparadas unas zapatillas en la puerta para cuando vuelvas, revisa qué ruta realizarás al salir, controla el horario que te toca. Al igual que medidas como usar mascarilla si es necesario, no tocarnos la cara y lavarnos las manos ya forman parte de nuestra rutina y anteriormente pudieron generarnos ansiedad o sobrecontrol y ahora ya no. Con esto evitaremos que esa preocupación se convierta en una sensación constante y obsesiva que nos lleve a pasarlo peor saliendo de casa, aunque tengamos muchísimas ganas. Recupera tu actividad física Muchos de nosotros ya hemos establecidos horarios para los ejercicios físico dentro de casa. Con toda la nueva situación el nivel de actividad de las personas se ha visto muy afectado. Aunque no tuviéramos una rutina de gimnasio, el no moverse apenas de casa y el sedentarismo consecuente de ello, nos ha obligado a establecerse rutinas para mover nuestro cuerpo en espacios pequeños. Ahora que podemos salir, debemos aprovechar para cambiar o combinar esa actividad física con alguna al aire libre. Aunque solo sea dar un paseo al dia y poder estirar las piernas de forma continua en el exterior, ya supondrá una mejora para nuestro estado de ánimo. Los expertos recomiendan que sea un ejercicio progresivo, estemos o no acostumbrados a realizar deportes diarios, tenemos que ser conscientes de la inactividad a la que nos hemos visto obligados. La actividad deportiva debe de recuperarse poco a poco y establecer los objetivos en función de nuestro estado actual. Restablece los objetivos y rutinas que habías establecido estos dos meses atrás Es posible que algunas personas tengan que volver a adaptarse a novedades en su día a día. Tener que volver a los trabajos o poder introducir actividades que ya no se podían realizar puede chocar con lo que establecimos en su día para realizar en casa. No te preocupes, toda adaptación requiere un periodo de tiempo de cierto caos. El hecho de poder hacer más cosas puede chocar con los nuevos hobbies que hemos encontrado o tareas que hemos ampliado. Date tiempo para compaginar nuevas obligaciones y nuevo ocio. Cuida las relaciones sociales Muchos de vosotros habréis notado un incremento en las relaciones sociales a través de las redes sociales. Pese al distanciamiento social muchas personas se sienten más unidas que nunca a los suyos y han establecido nuevas formas de comunicación que ante la imposibilidad de verse es han aumentado los contactos. Con la nueva situación, y los posibles temores al contacto, no debemos permitir que se produzca un efecto rebote y nos aislemos. Al igual que pensamos cómo protegernos y establecemos normas para las salidas de la compra, deporte o paseos, piensa de qué forma te sentirías o qué puedes hacer o pueden hacer los demás para que no nos sintamos expuestos y socializa. El apoyo y el acompañamiento ante situaciones de estrés son esenciales para sobrellevarlos mejor. Sigue manteniendote informado, pero lo justo y necesario Este consejo se mantiene y se mantendrá ante cualquier cambio de la crisis. Mantenerse informado es necesario, pero la sobreinformación y la información de fuentes no oficiales es una de las principales causas del miedo, aumento de sensación de incertidumbre y creencias erróneas. Sabemos que adelantarnos a las situaciones es adaptativo y nos permite poner en marcha herramientas de antemano, pero estar todo el día valorando, escuchando o leyendo información no contrastada o basada en supuesto (incluso mentiras y bulos) no nos va a ayudar a prevenir, nos va a provocar miedo y bloqueo para adaptarnos. Una (o dos veces al día máximo) actualiza tu información de la situación de una fuente fiable y oficial, y evita que sea el tema continuo en tus relaciones sociales y laborales. Pide ayuda Adaptarse a los cambios nunca es fácil. Salir de nuestra zona de confort y más cuando nos han expulsado de ella sin darnos opción o alternativa genera una crisis tanto a nivel colectivo como individual. Si ves que esta situación te sobrepasa y que no encuentras las herramientas adecuadas para enfrentarte a ella, pide ayuda. Los profesionales de la psicología podemos ayudarte a que sobrelleves mejor la incertidumbre, sepas qué límites poner entre tu miedo y la preocupación, mejores tu estado de ánimo y controles la ansiedad.
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