En todas las relaciones de pareja los conflictos están presentes. Son algo habitual y que cumplen su función a la hora de crear el organismo de la pareja. Cada miembro que compone la relación arrastra su propia mochila de vivencias, creencias e ideas que forman la manera que tenemos de entender las relaciones. Esto puede generar discrepancias y dificultades para entender la postura de otra persona. Cuando dominamos ciertas habilidades sociales, experimentamos un amor sano, somos resilientes y sabemos cómo enfrentarnos a los conflictos nuestras relaciones pueden tener éxito, pese a los problemas que pueden aparecer. ¿A qué llamamos relaciones tóxicas?En ocasiones cuando iniciamos una relación de pareja no somos conscientes de que estamos creando un amor tóxico. Las relaciones tormentosas imposibilitan el curso sano que debería producirse para crear un proyecto en común con una (o más) personas. Se caracterizan porque al menos una persona de la relación tiene comportamientos y actitudes insanas e inapropiadas para sí mismo y el otro. Celos, control y ataques a nuestra autoestima y libertad… Son solo algunas de las señales de que estamos sufriendo una relación que no es beneficiosa para nosotros. Además, existe la dificultad añadida de que cuando estamos experimentando una relación tóxica es difícil darse cuenta desde dentro. El amor que sentimos por esa persona junto con las creencias sociales con las que hemos vivido sobre el amor romántico y sus mitos nos lleva a “aguantar” cosas que no deberíamos. Acabamos quitando peso a conductas que nos hacen daño, por costumbre o miedo al conflicto o pérdida. En esta sociedad sigue estando muy arraigada la falsa creencia de que amar es sufrir y cuando más se sufre es que más se ama. Este concepto, que nos viene heredado de las historias fantásticas de relaciones imposibles y tormentosas en el cine, las novelas y la propia sociedad, no facilita que detectemos este tipo de relaciones cuando las estamos experimentando. Es evidente que cuando queremos a alguien, sea pareja, amigo o familiar, aumentan las posibilidades de sufrir por esa persona. Porque nos importa y nos preocupa, pero esto no debe de ser nunca una constante en una relación de pareja. El sufrimiento no es un síntoma de mayor intensidad o calidad del amor. El sufrimiento es un síntoma de que algo estamos haciendo mal y es algo que podemos cambiar. ¿Cómo detectar una relación tóxica?Pérdida de identidad Cuando la relación se llena de reproches y peticiones de cambios constantes tendrían que empezar a saltar las alarmas. No significa que en una pareja los miembros no deban adaptarse y evolucionar juntos, pero hay ocasiones que esto afecta a facetas de nuestra identidad que no debemos cambiar por nada ni por nadie si no lo queremos por nosotros mismos. Vida social limitada Puede ser normal, que al inicio de una relación de pareja se invierta más tiempo en esa persona. Hay que reestructurar nuestro tiempo entre lo que ya estaba en nuestra vida y lo nuevo que ha entrado. Esto pasa con un trabajo nuevo, con las amistades, incluso en las familias con la llegada de nuevos miembros. Lo que no debemos permitir es que nuestro tiempo se vea limitado solo y exclusivamente a una persona, dejando de lado por completo las actividades y personas en las que antes invertíamos nuestro tiempo afectando directamente a nuestra independencia y autonomía. Control No debemos confundir nunca preocupación o interés con control. La comunicación en una pareja debe favorecer a crear un espacio seguro en el que nos sintamos cómodos hablando de todo, pero eso no significa que tengamos que saber (o permitir que sepan) todo de nosotros. Dónde estamos, con quién vamos o por qué vamos. Mirar el móvil, el correo o cualquier comportamiento de vigilancia deben de eliminarse por completo de las relaciones para que sean sanas. El control está relacionado con la inseguridad y el temor a perder a la otra persona y lejos de resolver nuestros miedos e inseguridades nos arrastra a un bucle constante en el que más comprobaciones nos generan más dudas y más control. Falta de espacios propios Que podamos considerar a la pareja como un organismo que fluye y se construye en un proyecto en común, no significa que nosotros como individuo desaparezcamos. Dependencia emocional Ser mutuamente una pieza clave de apoyo es importante para cualquier relación sana. Aun así, no debemos convertir a nuestra pareja en la única fuente de felicidad dejando de lado otros aspectos de nuestra vida, ya que esto acaba convirtiéndose en una situación asfixiante para nuestro bienestar emocional. En las relaciones debemos tener la finalidad de acompañar, apoyar y crecer juntos, pero también debemos gastar energías en avanzar en nosotros mismos y nuestros proyectos. Si quieres saber más sobre la dependencia emocional puedes consultar nuestro artículo pinchando aquí. Culpabilizar La negociación es un aspecto clave para que una relación de pareja sea sana y fluya la comunicación. Si en la pareja detectamos un comportamiento que solo busca culpabilizar al otro sin mostrar empática o capacidad para llegar a acuerdos conjuntos es necesario trabajar en mejorar estos aspectos antes de que se enquisten. Debemos tener en cuenta que todos podemos tener actitudes tóxicas en un momento dado. Con todas estas señales no queremos decir que sí aparecen en alguna ocasión o nosotros mismos alguna vez la hemos experimentando tengamos perse una relación tóxica. Este tipo de conductas deben de aparecer de forma reiterada, donde la comunicación no sea fluida ni esté acompañada de comprensión y empatía bidireccional. Miedo a la soledad No tenemos que ver un problema en no compartir todos los intereses con nuestra pareja, está bien que haya momentos que cada uno esté disfrutando de sus aficiones y que estemos separados o solos. Debemos tomarnos los momentos como una ventaja para disfrutar de nosotros mismos y de las cosas que podemos hacer en solitario, y no como algo negativo o una necesidad que debe de ser cubierta. ¿Qué podemos hacer?
Debemos tener siempre en cuenta que el amor sano es confianza, honestidad, apoyo, equilibrio, comunicación positiva, independencia y amor propio, y que nada de esto puede servirnos para mantener una buena relación de pareja si no es mutuo y bidireccional. |
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