Consejos para pasar la Navidad tras la pérdida de un ser querido en Valencia

La navidad es una época del año en la que las reuniones familiares aumentan por las festividades y las tradiciones. 

Habitualmente es una época de felicidad en la que disfrutamos de la compañía de personas queridas, aunque no a todo el mundo les gustan estas fiestas. 

Para algunas personas estas fechas pueden resultar realmente duras también. Cuando hemos perdido a algún ser querido puede ser un momento muy doloroso por su ausencia. 

Precisamente por esas celebraciones en las que todo nos invita a compartir pueden ser momentos muy duros y de mucha tristeza cuando eso nos recuerda a las personas que ya no están. 

En estos casos puede suponer un gran reto enfrentarse a las fiestas de Navidad, generando sentimientos contradictorios, incluso mucha culpa por estar celebrando algo o por pasarlo bien. Los recuerdos, la nostalgia y todas las emociones intensificadas por el contexto pueden hacer que nos sobrepase la situación y nos sintamos realmente mal. 

El duelo 

Cuando hablamos del duelo, en este contexto, nos referimos a un proceso psicológico por el cual pasa la persona cuando pierde un ser querido. Es un proceso necesario para adaptarnos a la nueva situación y convivir con la pérdida. Aunque estamos hablando de un duelo por el fallecimiento de una persona querida, es un proceso que puede darse también ante otras situaciones como una ruptura sentimental o de una amistad, o pérdida del hogar o empleo. 

Durante este proceso podemos experimentar un gran malestar emocional caracterizado por la rabia, la tristeza o la culpa, emociones que van cambiando o pueden aparecer al unísono. El duelo no es algo estático, ni algo que experimenten igual todas las personas. Supone un desajuste emocional que también puede producir cambios en nuestras conductas y en todas las facetas de nuestro día a día, nuestras rutinas diarias, el sueño o nuestro rendimiento. 

Este proceso no tiene la misma duración para todas las personas y algunas pueden necesitar ayuda para poder abordarlo. 

En este artículo podéis encontrar más información sobre el duelo y sus diferentes fases.

El síndrome de la silla vacía 

El síndrome de la silla vacía hace referencia a una serie de emociones, como la tristeza o la rabia, que van acompañadas de una fuerte sensación de malestar y que incluso puede experimentarse como una vuelta al duelo. Suele aparecer en épocas del año determinadas, en las que nos enfrentamos a recuerdos y a situaciones que remueven nuestras pérdidas. 

Su propio nombre describe lo que ocurre a las personas que lo padecen, ya que se enfrentan a una “silla vacía”, a un espacio, a una vivencia en la que en algún momento estuvo presente la persona o personas que ya no están. 

Los recuerdos de la navidad 

Precisamente por las características que despiertan estás emociones, las navidades son una época especialmente sensible. 

En navidad la sensación de pérdida de un ser querido se ve acrecentada, porque la asociamos a las reuniones y a los encuentros, a la familia y a compartir. 

Es lógico pensar entonces que esas emociones de las que hemos hablado antes puedan resultar dolorosas, pero también pueden resultar contradictorias. Algunas personas experimentan culpa por el hecho de que esa persona ya no esté, pero a la vez estar sintiendo felicidad o ilusión por las festividades. 

¿Qué podemos hacer? 

Aunque somos conscientes de que está situación resulta dolorosa, podemos hacer algunas cosas para sobrellevarla mejor. 

Planifica 

Podemos hablar con nuestros familiares y las personas con las que vamos a pasar las fiestas para saber qué haremos y qué no, poner encima de la mesa nuestras necesidades y escuchar las de los demás. De esta manera podremos expresar las cosas que nos generan más malestar y también conocer las del resto de la familia. 

No te aísles 

Puede que no siempre nos apetezca hablar del tema, hay personas que experimentan el duelo de una manera menos expresiva y comunicativa, pero es importante que esos momentos concretos intentemos comunicarnos y participar en las celebraciones en las que estemos presentes. 

Apóyate en los demás 

El dolor puede hacernos sentir realmente solos en muchas ocasiones, pero estás sensaciones no siempre son ciertas. Las pérdidas a nivel familiar o contextos cercanos suelen compartirse con más personas y esa nostalgia y tristeza no es única en nosotros mismos. 

Déjate experimentar todas las emociones y sentimientos. 

Es completamente legítimo que nos sintamos mal o que nos remueva la nostalgia, pero también tenemos que permitirnos disfrutar de las emociones positivas que pueden surgir en estas celebraciones. Habrá momentos que el dolor nos invada, pero si es la alegría o la diversión quien llama a nuestra puerta también tenemos que darle cavidad. De esta manera podremos ir generando nuevos recuerdos. 

Poder disfrutar de esos momentos no implica que no les echemos de menos o queramos menos a las personas que ya no están. Además, podemos sentir esa pérdida, pero no debemos de olvidar a los que sí que están y de los que podemos disfrutar de su compañía y acompañamiento. 

Haz algo simbólico 

Independientemente de que podamos tener unas creencias determinadas o no, puede resultarnos de gran utilidad realizar un homenaje a los que ya no están. Tenerles presentes en esos momentos a nivel simbólico puede ayudarnos a poder vivir esas celebraciones con menos emociones negativas y sin sentimientos de culpa. 

Podéis dedicar unas palabras en algún momento de la noche, poner en el lugar que se sentaba algo que os recuerde a esa persona o realizar algún ritual para recordarle en familia. 

Pide ayuda 

Puede que estás circunstancias tengamos que afrontarlas con una pérdida reciente o una pérdida que haya pasado hace más tiempo. Te encuentres en la fase del duelo que te encuentres puede que está situación te sobrepase y no tienes por qué pasarlo solo/a. 

La fortaleza no depende de si nos acompañamos o no en los procesos dolorosos. Lo que verdaderamente importa es cómo afrontamos las circunstancias, y al igual que es importante apoyarse en nuestros seres queridos y compartir el dolor, a veces necesitamos ayuda profesional. 

Cada persona lleva sus tiempos y su forma de pasar el duelo, no hay una única manera de afrontarlo, ni una fórmula mágica para pasarlo. 

Para algunas personas el duelo puede convertirse en un proceso difícil de superar afectando de forma limitante su rutina, su vida social y familiar o sus responsabilidades. 

La ayuda psicológica puede ayudarnos a encontrar las herramientas y habilidades para afrontar todas esas emociones y trabajar la pérdida.