Los celos no nacen de las cosas que vemos, los celos tienen su origen en nosotros mismos, en lo que nos imaginamos y decidimos otorgarle una valencia real. Nos han vendido la idea de que existen los celos sanos, manteniendo ciertas conductas disruptivas y negativas para las relaciones, como características de amores intensos y verdaderos. Evidentemente cuando queremos algo y sospechamos que puede estar en peligro sentimos un temor a perderlo, pero ese temor adaptativo no tiene nada que ver con los celos patológicos que solemos normalizar y paliar con control. ¿Qué son los celos?Los celos son sentimientos de inseguridad que generan mucha angustia y malestar. Surgen en diferentes circunstancias, como cuando creemos que nuestra relación de pareja y el sentimiento de amor hacia nosotros está en peligro o cuando nos dejan de prestar la atención que deseamos. Aunque la forma más común de hablar sobre los celos en los adultos es en el ámbito de la pareja, no solo se produce en estas circunstancias. Pueden aparecer hacia amistades, familiares o compañeros de trabajo o estudio. No todo el mundo asume que es celoso con facilidad. Esta falta de reconocimiento, causada por el estigma social que lleva detrás, genera que sea un problema en el que la intensidad en la que se experimenta y se muestra sea muy poco acorde a la realidad en algunas ocasiones. Estamos acostumbrados solo a ver la figura del celoso como una persona controladora a ojos externos, pero también hay muchas personas que sufren la sintomatología en silencio causándoles muchísimo dolor a nivel emocional. Síntomas de la celotipiaLos celos se caracterizan principalmente por una serie de pensamientos intrusivos que nos llevan a realizar conductas de control y comprobación hacia nuestra pareja. Las personas que sufren celos patológicos viven en un estado de hipervigilancia constante. Como hemos comentado antes, estos pensamientos son los que nos hacen sentir que nuestra relación está en peligro y es aquí cuando empieza a aparecer también la sintomatología conductual.
Celos y redes socialesEn la actualidad vivimos en un mundo rodeado de tecnología en la que nuestra forma de comunicarnos con el resto de personas ha cambiado radicalmente. Tenemos aplicaciones de mensajería instantánea que nos permiten mantenernos conectados y “en línea” con prácticamente quien queramos y desde donde queramos. Por supuesto estos avances nos proporcionan muchas comodidades y ventajas, pero en el caso de los celos se convierten en la herramienta esencial de control. Las discusiones ya no solo se producen por el tiempo que no se pasa con la pareja, cuando estamos alejados de ella queremos tener un contacto constante y saber con quienes más puede está interactuando. Consecuencias nivel personal y para la parejaA nivel personal, toda las conductas que realizamos para mitigar los celos (las actitudes de control y vigilancia) lejos de sernos útiles para sentirnos mejor y resolver dudas nos generan un bucle constante del que es muy difícil salir. Cada vez que realizamos una conducta sentimos un alivio pasajero, pero ese control solo provoca más dudas y con ello entramos en un patrón de conductas que empiezan a repetirse una y otra vez. Nunca hay una última vez para mirarle el móvil a nuestra pareja, encontremos o no algo, si continuamos con la relación siempre querremos basar nuestra seguridad en este tipo de comprobaciones si no resolvemos nuestras propias inseguridades y miedos. Todos estos problemas debemos resolverlos a nivel personal, para luego poder enfrentarnos a las adversidades que siempre pueden producirse en una relación de pareja y establecer los límites sanos y necesarios para no tener una relación basada en la toxicidad. Para la pareja implican un ambiente constante de discusiones y estados irritables repetitivos que generan mucha ansiedad o estrés y pueden llevar a un manejo también incorrecto de la situación. Pueden entrar en un bucle de mentiras para intentar encontrar intimidad y tiempo propio. La mayoría de veces, esto se traduce en una distancia emocional que provoca una intensificación de los celos de la otra persona. La confianza en este tipo de relaciones está totalmente estropeada y los pilares de la relación se ven afectados en los niveles más básicos y necesarios. En muchas ocasiones, las parejas no detectan estos comportamientos como negativos desde el inicio porque pueden confundirse con la intensidad de la etapa de enamoramiento inicial. Lamentablemente vivimos en un mundo en el que la idea del amor está ligada a conceptos negativos como la dependencia emocional, el sufrimiento y el control. ¿Qué podemos hacer? La terapia psicológica en la celotipiaLa terapia psicológica resulta muy útil, ya que aporta las herramientas necesarias para emplearlas en nuestra vida cotidiana cuando los celos y sus síntomas aparezcan. Si dejamos pasar esta sintomatología justificándola o quitándole importancia solo conseguiremos que la situación desemboque en una relación tóxica, contamine la autoestima, la felicidad y la vida de los miembros.
Cuando consigamos alejarnos de estos patrones de conductas lograremos establecer una relación sana, que cuando hagamos balanza siempre nos sume mucho más que nos reste, nos haga sentir enriquecidos, escuchados, comprendidos, respetados y tranquilos.
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