Consejos para cumplir los propósitos de año nuevo en Valencia

Estos últimos años nos hemos tenido que enfrentar a una situación difícil de imaginar en otros tiempos. Siguen siendo fiestas complicadas para muchas personas y hemos tenido que adaptar nuestras tradiciones y celebraciones. 

La incertidumbre sigue presente en estas fechas que también nos invitan a la reflexión y a hacer balance. 

Son muchas las personas que se plantean cambios, metas y propósitos cuando se inicia un nuevo año, pero puede resultar frustrante que no sean fructíferos y consigamos ponerlos en marcha. 

Los propósitos de año nuevo

Seguro que os suenan cosas como: dejar de fumar, apuntarme al gimnasio, dedicar más tiempo a X cosa, comer mejor, aprender sobre un tema concreto, leer más…

Son algunos de los propósitos estrellas que mucha gente se plantea en lo que solemos considerar una nueva etapa, el inicio del año. 

Lo que ocurre es que muchos de esos propósitos que nos planteamos vienen condicionados por parámetros preestablecidos que no se adaptan a la vida y circunstancias de todas las personas.  Se basan en lo que consideramos que deberíamos hacer e idealizamos. Es genial tener metas, pero deben de ser propias y realistas para que puedan cumplirse y satisfacernos.

La mayoría de personas hemos experimentado la frustración de ver una larga lista de propósitos que no conseguimos llevar a cabo. Que comenzamos con ilusión, pero vamos perdiendo las ganas y la motivación y se quedan en el olvido. 

¿Por qué nos cuesta tanto cumplirlos? 

Los objetivos no son nuestros o no los hacemos nuestros: 

Las metas que nos ponemos deben de ser una cuestión personal, deben tener que ver algo con nosotros, tenemos que sentirnos conectados e identificados. De lo contrario los acabamos sintiendo postizos, forzados. Deben de tener un significado para la persona que los plantea y tener cabida en su vida para no abandonar. 

Salir de la zona de confort da pereza:

Los cambios en general nos generan sensaciones contradictorias. Aunque sean para algo bueno o para mejorar nuestra vida están llenos de incertidumbre, miedo y también pereza.
 
Toda meta o propósito requiere salir de esa zona de confort que hemos creado, romper rutinas y hacerle hueco, y todo esto siempre requiere un esfuerzo y unas energías para cambiar los hábitos. Aquí es donde aparece la dificultad estrella: procrastinar. Cuando poco a poco vamos dejando para mañana, vamos dedicándole menos tiempo, porque tenemos menos ganas y cero motivación para continuar. 

Poner el foco en los fracasos: 

Si estamos trabajando en conseguir algo es evidente que debemos controlar las cosas que no nos salen como querríamos, pero no podemos estar todo el rato lanzándonos mensajes negativos. 

Todo avance implica alguna piedra en el camino y nuestra autoexigencia puede jugarnos malas pasadas y perjudicar la motivación. Por eso es importante ponerse metas realistas que se adapten a nuestra vida. 

¿Qué podemos hacer para cumplir los propósitos de año nuevo? 

Cuida tus reflexiones

No podemos empezar nuestra lista de propósitos solo centrándonos en los fracasos del año anterior o en las cosas que no queremos o no hemos hecho como deberíamos. 
Cuando hacemos balance tenemos que mirar ambos lados de las situaciones. Lo bueno y lo malo, lo mejorable y lo que hemos logrado, al igual que los porqués. 

Si simplemente hacemos la reflexión basada en la autocrítica y carencias será más complicado plantear objetivos acordes a nuestra vida. 

Estos últimos años hemos tenido que enfrentarnos a situaciones de mucha ambigüedad y para muchas personas situaciones de dolor. Es normal que nos sintamos perdidos o desganados. Tenemos que ser empáticos con nosotros mismos y nuestra situación.

Es importante permitirnos saber qué debemos hacer, qué necesitamos, pero también qué queremos. Por eso es mejor evitar los propósitos preestablecidos. Tienes que hacerlos tuyos para alimentar la motivación, teniendo en cuenta que algunos nos harán crecer profesionalmente, en salud, conocimiento, pero también en placer, autocuidado y autoconocimiento. Las metas que nos proponemos deben de estar basadas en nuestros deseos aparte de nuestras necesidades, al igual que tener en cuenta nuestras emociones y bienestar psicológico. No solo es una cuestión de salud física o de logros profesionales. 

Debes considerar las cosas que te hacen feliz, sacar hueco para hacerlas, proponerte espacios de ocio que conecten también con tu satisfacción personal. 

Los detalles

No solamente debemos escribir los propósitos, también los planes para cumplirlos. Qué pasos voy a seguir, qué voy a necesitar y en qué tiempos. Debemos considerar si deben hacerse cambios en otros aspectos de nuestra vida y qué vamos a tener que modificar para conseguirlos. 

Resulta muy útil hacer uso de herramientas como calendarios y detallar todo el proceso. Cuanta más información previa tengamos, más sencillo será ponerlos en marcha y enfrentarnos a las dificultades, ir adaptando de menos a más y no de nada a todo. 

Sé realista

Aunque debemos dejar espacio para nuestros deseos y para soñar con cambios que mejorarían nuestra vida, no debemos olvidar nuestra realidad. Tenemos que ser consciente de nuestras circunstancias para poder ir cumpliendo y avanzando en estas metas. 

Los objetivos que nos proponemos tienen también que ir acompañados de una temporalidad para que sean realistas. Habrá algunas metas a corto plazo, pero otras que requieran más esfuerzo o incluso haber cumplido algunas otras previamente, de ahí la importancia de los detalles que os comentábamos antes. 

Que no todo sean “triunfos” 

Esto tiene que ver con hacer bien esa reflexión previa sobre lo que queremos y deseamos. Debemos tener en cuenta también nuestro autocuidado y bienestar emocional. No podemos cargarnos solo con la sombra del logro hacia los ojos externos. 

Podemos estar en un momento de nuestra vida que nos cueste llevar a cabo cualquiera de estas acciones y no pasa nada. Saber que estamos mal o estamos pasando por un mal momento es cumplir una meta fundamental que todos deberíamos de tener: saber escucharnos y priorizarnos. 

Igual antes de poder plantearnos todas estas metas tenemos que parar, pedir ayuda y encontrar de nuevo la motivación para ilusionarnos con todos los esfuerzos que requieren los cambios. 

Por nuestra parte esperamos que sigáis confiando en nuestro equipo el próximo año y os deseamos que este nuevo año no le falten ingredientes tan importantes para la vida como la autoestima, asertividad, satisfacción y placer.